Historia del masaje

El origen del masaje es incierto, aunque esté documentado en las civilizaciones más antiguas. Tal vez sea así porque es una terapia de origen intuitivo. Si entendemos que el principio del masaje es procurar unos beneficios a través del frotamiento de la piel, habría que concluir que ni siquiera es exclusivo del hombre. Muchos mamíferos recurren a estas maniobras de masaje elemental con razones de higiene. En realidad, toda la historia del masaje se resume en analizar científicamente esos "beneficios" y relacionarlos con distintas técnicas de "frotamiento". Los conocimientos de anatomía y fisiopatología han sido determinantes en su evolución.
Movimientos instintivos como aplicar la mano en una zona herida, frotar una zona contusa o pellizcar un miembro entumecido, se fueron transformando en técnicas terapéuticas siguiendo un objetivo que ha permanecido durante los siglos: eliminar o atenuar el dolor.
Hoy son muchas las escuelas de la masoterapia, y el masaje, sin ser una panacea, forma parte de los recursos de la medicina proponiendo terapias de bajo coste. Los distintos masajes son útiles tanto en los tratamientos preventivos como curativos.

Etimología del término "masaje"

Tiene un origen confuso, con distintas procedencias posibles. Las más aceptadas son:
Mass. Frotar suavemente, en árabe.
Massien. Del griego, amasar, frotar.
Mashech. Hebreo.
Palpar, tantear. Masser. Francés. Amasar, sobar, dar masaje.